Actualmente la Industria Aeroespacial se encuentra en un punto de recuperación tras la pandemia, donde las tecnologías digitales han jugado un papel indispensable para ir logrando una estabilidad y crecimiento en el Sector.
La tecnología de fabricación aditiva (AM) o impresión 3D, se ha implementado en este sector desde hace tiempo para aplicaciones de todo tipo, yendo más allá de la creación de prototipos, mostrando un crecimiento en los últimos años.
En la actualidad, la mayoría de las empresas del sector aeroespacial utilizan la fabricación aditiva principalmente para crear prototipos de piezas de giro rápido, es decir, partes del avión que no son críticas para su funcionamiento, para poder evaluarlas y ponerlas a prueba.
Sin embargo, se busca cambiar esto, pues las aerolíneas y empresas de mantenimiento, reparación y revisión (MRO) buscan fabricar sus propias piezas de repuesto y componentes en lugar de depender de los fabricantes de equipos originales (OEM). Es por esto que, muchos proveedores de servicios de MRO creen fielmente en el potencial de la fabricación aditiva y han empezado a aplicar esta tecnología al mercado de accesorios, especialmente en piezas que no afectan la seguridad.
Implicaciones de AM en el sector aeroespacial
Implementar la fabricación aditiva en piezas de estructura crítica dentro del sector aeroespacial, tiene que realizarse con extrema cautela, debido a que la prioridad número uno es mantener a los clientes de las aerolíneas seguros. Por lo tanto, la adopción de esta nueva tecnología solo se implementará después de pruebas exhaustivas.
John Schmidt Senior Managing de Accenture, mencionó que “Si bien las empresas han impreso con éxito componentes no críticos para el vuelo en 3D, los volúmenes son relativamente pequeños. Como resultado, la impresión 3D permanece en sus primeras etapas a lo largo de la cadena de suministro de motores y fuselajes”.
Además, otro de los desafíos a los que se enfrenta esta tecnología es que algunas empresas cuestionan la metodología utilizada en la AM para garantizar la integridad y calidad de los componentes fabricados aditivamente, ya que se buscan una calidad igual o mejor a la que brindan los procesos de producción tradicionales.
De acuerdo con expertos, en el futuro se deberá implementar un marco de análisis de datos y visualización de sistemas con el fin de demostrar la capacidad de la AM para construir piezas complejas con el mismo nivel de calidad exigida en la industria en un proceso tradicional.
A pesar de las capacidades que posee la fabricación aditiva, esta debe funcionar como cualquier otra tecnología de fabricación, es decir, tiene que ser rentable y la AM en general aún no está lista para producir componentes en masa de manera accesible. Los aspectos anteriores y la combinación de cuestiones normativas, técnicas, culturales y económicas limitan la impresión 3D hasta la fecha en la Industria Aeroespacial.
Pese a lo anterior, las empresas tienen la posibilidad de ir implementando un escalamiento paulatino y enfocando esta tecnología al desarrollo de prototipos, herramientas o accesorios hasta implementar la producción de piezas o productos de uso final.
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